Posteado por: justiciaypaz | diciembre 22, 2011

Mozambique

EXPERIENCIA DE AZUCENA EN VILANKULO

Despego de Maputo ya de vuelta, echo un vistazo y reconozco los barrios pobres entre los que se encuentra Khongolote y donde había pasado los últimos cinco días.

Y no puedo por más, empiezan a aparecer todas esas lágrimas retenidas durante todo el viaje debido al acúmulo de emociones y sensaciones intensas que estaba dejando atrás…Durante un mes había estado rodeada de tanta  fortaleza y valentía frente a tantas carencias materiales que me daba respeto el que asomasen las lágrimas.

Mi experiencia  había comenzado un mes atrás, poniendo como destino Mozambique, aterricé en Maputo, para participar como voluntaria-acompañante en  los proyectos que llevan  las Hermanas Dominicas de la Educación de la Inmaculada Concepción a través de la ONG Acción Verapaz.

 Aterricé el día 24 de septiembre en Maputo y desde el principio las hermanas me acogieron de una forma muy familiar transmitiéndome tal confianza y tranquilidad que me dio la sensación como  si las conociese de toda la vida.

Durante mi viaje la mayor parte del tiempo estuve en Vilankulo, un pueblecito costero que está ubicado a unos 800 kilómetros al norte de Maputo, y los últimos cinco días los pasé en Khongolote, un barrio pobre situado a unos 10 km. de la capital.

 El viaje desde Maputo a Vilankulo lo hice acompañada de Ina  en “machibombo” (especie de autobús que utiliza el pueblo mozambiqueño) y allí estaban Ana Mª y Piedad. Cada una tenía asignada unas funciones y proyectos a su cargo. Yo trataba de alternarme para acompañarlas en sus diferentes tareas, ayudar en lo que podía o al menos no estorbar, y aunque el primer día pensaba en el mes que tenía por delante, os puedo asegurar que se pasó rapidísimo.

 Por otra parte  en el mes que estuve allí  os podría contar varias historias  que me iban mostrando las hermanas y a cuyos protagonistas iba conociendo día tras día, y cada cual más conmovedora,  todas merecedoras de mención. Recuerdo con emoción y a la vez con mucha pena, la historia de Judit y su bebé, mujer enferma de SIDA y viuda y que desgraciadamente  le quedaba muy poco tiempo de vida, a la que habían ayudado incluso construyéndola  una “payota” donde dormir y proporcionando la leche para su niñita de 6 meses y por cuyo futuro estaban al menos supervisando. Ese cariño, ese respeto, esa atención con la que estaban pendientes me admiró… Historias similares a éstas por desgracia, eran de lo más frecuente.

 Desde luego me ha impresionado la altísima tasa de SIDA existente, y las consecuencias escalofriantes que conllevan. En Europa podemos oír hablar de altas cifras, pero cuando se vive alrededor y se conocen casos con personajes reales desde luego que la cosa cambia… Una abuelita cuidando a sus nietos porque sus hijos fallecieron, niñas de doce años haciendo de madrecitas con sus hermanos más pequeños…  se te encoge el corazón.

Otra enfermedad frecuente y que causa bastante mortalidad infantil y parálisis cerebrales es la malaria y cuyas consecuencias también pude comprobar.

 Tras mi vuelta me considero una persona totalmente privilegiada, no sólo por la vida que actualmente llevo aquí sino por mi experiencia vivida tan gratificante.

A su vez considero una oportunidad única la generosidad de las hermanas en acogerme y de mostrarme su vida diaria tal cual es, entregada a los más desfavorecidos, cargada de tolerancia, respeto, cariño, valentía, coraje, trabajo, ánimo, paciencia, …un sinfín de valores y que sin embargo además se convierte en una aventura diaria. Resalto además el que nunca se rinden frente a las adversidades, con las que a menudo se encuentran.

Y así también la población mozambiqueña  lo percibe y lo agradece a su manera. Me resultaba emocionante  escuchar la palabra “irmás” (hermana en portugués) acompañada siempre de una enorme sonrisa tanto de niños como de mayores.

 Puedo decir que he venido maravillada de esta experiencia, aparte de la forma de vida de mis propias “guías-maestras”,  desde luego lo que en general  es digno de gran admiración es la fortaleza y labor de la mujer africana. Tengo grabada la imagen de las mujeres con esa especie de barreño de alimentos, con leña  o un saco de arroz en la cabeza, con el bebé atado a su cuerpo con la “capulana” y el otro niño cogido de la mano…, una imagen muy habitual cargada de valentía y fortaleza.

 Además he aprendido mucho del pueblo mozambiqueño en general, sobre todo el pensar más en el presente, ya que la filosofía de vida africana es el HOY, y nosotros estamos aferrados demasiado al pasado pero mucho más al futuro que nos dificulta vivir el día a día. A su vez el coraje, la solidaridad, la alegría, al fin y al cabo su lección de positivismo con que afrontan los problemas  es digno de elogio.  Para mí ha sido un mes formidable que no olvidaré jamás, y quién sabe a lo mejor vuelvo para colaborar de una forma más profesional dedicándome algún proyecto más concreto.

 Muchas gracias por vuestra acogida, por la  generosidad de mostrarme y compartir conmigo vuestra vida diaria, por esa gran lección mostrada. Gracias  Ina, Ana, Piedad, Mila, Elena, Lorena y Mentxu, que son las que coincidí, y por supuesto a la gente tan amable y familiar mozambiqueña de la que estabais rodeadas, esas mujeres repletas de  fuerza, superación  y coraje. Y desde luego también agradezco a esos niños con sus sonrisas tan enormes y sus gestos diarios por darme esa lección vida.

Por último quiero agradecer a la ONG Acción Verapaz por haberme facilitado el curso de formación y que haya podido participar en este voluntariado, haciendo mención a las personas que compartieron sus experiencias tan enriquecedoras ya vividas con nosotros, y por supuesto a las organizadoras, Maite, Aurora y Sara.

Y voy a  finalizar mi relato con esta frase muy habitual en Mozambique cargada de tanto significado y simbolismo: ¡ESTAMOS JUNT@S!

Azucena Ramos

 Desde   Muhalaze Moçambique

 ¿Por qué no construimos puentes sobre el río? Por qué no construimos puentes, así nos encontramos… este canto de Gen Rosso, de los años 80 me ha venido a la memoria al querer expresar algunas experiencias sobre justicia y solidaridad.

Nuestra presencia en Khongolote la hace posible esta comunión de solidaridad entre dos pueblos, las acciones desde los colegios, los donativos anónimos, la ONG Aventura Solidaria, la presencia de voluntarias, la realidad del pueblo …

Voy a destacar solo dos aspectos, de matices bien diferentes:

 Uno la acción agrícola en Muhalaze, Se inicia con Mentxu “voluntaria” ingeniera agrónoma, con ganas de buscar solución al problema del hambre, conoce Aventura Solidária y el proyecto de Muhalaze: salud, nutrición infantil, maternidad y atención a ancianos.

Ella hace posible su trabajo en España con su estancia cada vez más frecuente a Moçambique.

Uno de sus proyectos ha consistido en organizar a 150 mujeres, familias, dando a cada una plantío de lechuga, acelga, pimiento, tomate , col y berenjenas, 40 unidades de cada.

Semillas de girasol, alubias, remolacha y zanahoria. Con la condición de que tuvieran posibilidad de riego.

Se ha hecho un seguimiento y una valoración. El balance ha sido muy positivo un 75% lo han trabajado bien. Este proyecto tiene continuidad.

Otro aspecto del proyecto ha sido reorganizar la huerta del centro, el regadío a gota a gota, variedad de productos… El centro que cocina diariamente para unos 125 se autoabastece en verdura, cacahuete..

Este trabajo se consigue con la colaboración de las madres de los niños de la escolinha.

Están distribuidas por grupos , cada grupo trabaja un día a la semana, les supone un dia al mes, y 3 veces al año todas juntas para sembrar, escandar y recoger.

No es preciso recordar que el instrumento básico es la azada…

 

 

El otro aspecto hace referencia a la formación , una inquietud , una preocupación es concientizar a las mujeres de sus derechos , reconocidos en las leyes de Moçambique, pero que la tradición los olvida.

Además de la formación de cada día en el campo de la educación alfabetización, costura , organizamos encuentros de formación… estos encuentros se ofrecen a todas las alumnas y profesoras que vienen al centro de WUIXA, ( amanecer despertar…. ) El objetivo es crear conciencia de su dignidad, de sus posibilidades, de sus derechos.

Estos encuentros han sido dirigidos por un policía , don Eurico, muy consciente de la realidad de la mujer y de sus derechos y por la hermana Ester, religiosa .

Este trabajo también tiene un seguimiento a través de la acción social en el centro.

Con el diálogo y el testimonio mutuo se va creando una nueva mentalidad…

Es todo un mundo de esperanza, de una nueva realidad que ya se hace posible en cada una de estas mujeres…


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